Viernes 6 de julio de 2007
Horizonte de complejidad: el cubo de Rubik y la oferta de plazas MIR
... Observando la oferta de plazas MIR para el próximo curso que publica Diario  Médico en su edición del 3/7/07 parece claro que las Comisiones Nacionales de  las Especialidades y los responsables de las CCAA no se hablan. Y por eso no  tienen la misma información. O si la tienen la interpretan de modo diferente.  Porque no saben, no quieren o no pueden hacer otra cosa. Por un lado, hay  Comisiones…. y Comisiones. Las hay que deben de pensar que son empresas de  trabajo temporal, encargadas de servir mano de obra barata a quien lo solicite.  Otras parecen tomarse en serio sus funciones como garantes de la calidad de la  formación de los Residentes, independientemente del mercado laboral. Otras  parecen extensiones de poderosas sociedades en busca de… más poder (bueno,  llamémosle influencia). Otras están “a por uvas” o “pasan de todo”. Otras….  (rellénense los puntos suspensivos). Elija la suya. 
Por otro, los Servicios de Salud de las CCAA, y más  concretamente sus departamentos de recursos humanos, sólo buscan cuadrar las  plantillas al menor coste posible (que es con Residentes, claro). No me dirán  que no conocen ningún caso de solicitud de acreditación docente de un  Centro para poder disponer de Residentes haciendo “puertas”. O ningún  Servicio cuyos adjuntos hacen guardias localizadas (para poder tener privada)  pero exigen que los Residentes cubran todos los días del mes con presencia  física, aunque sea haciendo ocho o más guardias, con el visto bueno de la  Gerencia (y contra el parecer de la Comisión de Docencia que, como todo el mundo  sabe, es meramente asesora). ¿No han visto últimamente en la prensa anuncios  solicitando Facultativos Especialistas o, en su defecto, Residentes de último  año, para cubrir vacantes veraniegas? 
Y el Ministerio, ¿qué hace el Ministerio? Tomando prestado el  término libremente utilizado por John Allen Paulos (el de  “El hombre anumérico”, que les recomiendo), tengo para mí que ha  alcanzado su “horizonte de complejidad”. Es como un bebé con un cubo de  Rubik. Es decir, que no entiende de qué va la cosa. No sabe si impulsar las  áreas de capacitación específicas para contentar a los que  quieren ser infectólogos o hepatólogos. O si reducir el número de  especialidades, porque en Europa nos miran mal por tener demasiadas. O si crear  alguna nueva que hace mucha falta (?), como Genética o Urgencias. O si apostar  por la troncalidad, para “flexibilizar” el sistema (a  ver qué le dice “el señor Delphi” al Dr. Moreno). O si pasar la pelota  a las CCAA que llevan años reclamándola (lo que acabarán haciendo, de manera más  o menos disimulada). O si ponerse de una vez de acuerdo con Educación para  “sincronizar” los estudios de pregrado (o como los llame Bolonia) con  los de especialización (o como los llamen Bruselas, la UEFA o el CSI).
Tiene razón Amando Martín Zurro (“La prueba ya no resulta  efectiva para los fines con que se concibió”, “en estos últimos años  padece un proceso continuo de degradación, de tal manera que con poner el nombre  y el apellido en la prueba tienes asegurado el acceso al postgrado” [Ver  Diario Médico del 2/7/07]). Y los titulares del 3/7/7 (“Las  autonomías proponen ofertar 6.230 plazas de MIR”) no contribuyen  precisamente a desmentirle. 
¿Será que las campanas no doblan ya sólo por algunas  especialidades concretas, sino por todo el sistema MIR, a punto de morir “de  éxito”? 
En período post y preelectoral, francamente, puede pasar de  todo. Y todo es todo. 
By the way, ¿a alguien más le aburre profundamente el debate  sobre el estado de la nación? 
 
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