lunes, mayo 28, 2007

Lunes 28 de mayo de 2007


Hospitales de Madrid 8, Plazas de Microbiología 0


Esto que podría parecer el resultado de un partido de fútbol de profesionales contra amateurs, es la nueva realidad que se nos viene encima, y si no comprobadlo vosotros mismos en este link

No vemos escrito Microbiología por ningún sitio, salvo en un hospital en el que este servicio ya existía. ¿Alguien nos va a explicar que está sucediendo? ¿Cuándo se va a afrontar esta situación de la forma que se merece?

GEFOR hace ahora casi año y medio, Enero del 2006, presentó un DOCUMENTO DE CONSENSO SOBRE EL PAPEL DE LOS SERVICIOS DE MICROBIOLOGÍA EN LOS HOSPITALES DE NUEVA CREACIÓN
Documento que en su día fue remitido (Por las vías oficiales establecidas) a la Comisión Nacional de la Especialidad de Microbiología , a la Junta Directiva de la SEIMC y a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Os podemos asegurar que a día de hoy no hemos obtenido respuesta alguna ni verbal ni escrita a las cuestiones allí planteadas.

Es más, si nos apuráis un poco, hasta se ha puesto en tela de juicio nuestra competencia a elaborar dicho escrito.

¿Comprendéis algo de esto? Nosotros no.

jueves, mayo 24, 2007

Jueves 24 de mayo de 2007


Las campanas doblan por la Microbiología


Francisco Soriano parangonando a John Donne en el último número de Abril de la revista EIMC escribía: Ninguna especialidad médica es una isla, la muerte de cualquiera de ellas nos disminuye a todos, porque estamos ligados: "por consiguiente nunca hagas preguntar por quien doblan las campanas: doblan por ti".

En efecto ahora pueden estar doblando las campanas por la especialidad de Microbiología, desidia, indiferencia o intereses creados. Y esa respuesta colectiva que el autor del artículo reclamaba a defender la calidad de las mismas. Ese dique de contención que nunca llega. Pero y nos preguntamos ¿Quién está dispuesto a seguir este llamamiento? Nosotros sí, ¿se apunta alguien?

Jueves 24 de mayo de 2007


De cocinillas a consultor


Enviado por: RAFAEL SÁNCHEZ ARROYO. Médico Especialista en Microbiología y Parasitología y en Medicina Preventiva y Salud Pública. Hospital Ntra. Sra. de Sonsoles (Avila) rsancheza@hnss.sacyl.es

Esta mañana, la representante de uno de nuestros proveedores presentaba un nuevo kit de diagnóstico tan fácil de usar que podría ser utilizado por los médicos en la consulta … “pero siempre bajo supervisión del microbiólogo, porque podrían interpretar mal el resultado” (sic) (rosa = positivo; otros colores = negativo; difícil ¿eh?). Si no le ha entrado ya la risa floja, hágaselo mirar.

Y es que la mayoría de las tareas técnicas que se llevan a cabo en un Laboratorio clínico no son más complicadas que freir un huevo. Sí, ya sé que hay gente que no domina lo del aceite bien caliente o que despachurra el huevo y acaba haciendo revuelto de gambas. Pero me refiero a las más complejas. Las más fáciles son como calentar leche en el microondas o preparar un bocadillo de chopped.

De mismo modo, interpretar literalmente los resultados (positivo-negativo; sensible-resistente) de dichas técnicas lo puede hacer incluso un alumno espabilado de la ESO, o mejor de Primaria. De hecho, podría retar a cualquier miembro del staff de mi Servicio para que se enfrentase a cualquiera de mis hijos pequeños jugando a los videojuegos de Star Wars o de Imperium, que eso sí que exige habilidad y estrategia.

Entonces, ¿está tirando el Sistema el dinero de los contribuyentes pagando a facultativos, diplomados universitarios, técnicos superiores, auxiliares y celadores (grupos A, B, C, D y E) para que hagan los que podrían hacer unos aprendices? Pues va a ser que sí.

Porque, una vez más, Julio tiene razón (Veáse su comentario a mi post de ayer). Presiento que a muchos clínicos les sorprende el desinterés de muchos microbiólogos por conocer las circunstancias del paciente y, claro, renuncian a escribirlas en los volantes o a contarlas de palabra. Los microbiólogos, por su parte, renuncian a averiguar qué efecto tiene la información que generan sobre la evolución del proceso presuntamente infeccioso. Y no digamos el resto del personal (del que hablaré otro día).

Una clave para detectar si los facultativos de un Laboratorio de Micro ha optado por el modelo “cocinillas” o por el modelo “consultor en enfermedades infecciosas” es comprobar si cada estamento profesional desempeña tareas que podría perfectamente llevar a cabo el inmediatamente inferior. Desgraciadamente, me temo, en algunos hospitales universitarios, aún se forma a los Residentes para que sean pinches de cocina, eso sí con título de Especialista.